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Gracia a ...
Este es el primer año que estoy en un grupo de crecimiento personal y me gustaría compartir con vosotros mis primeras impresiones.El primer contacto que tuve en Ambit fue a través de la entrevista personal, el hecho de que se tratara de un proceso de selección me hizo sentir que Ambit era un proyecto serio y comprometido. Salí de la entrevista esperanzado y entusiasmado por tener la oportunidad de poder empezar un proyecto de trabajo interiorMe impresionó el primer día, los preliminares fueron cortos, y desde el primer momento nos pusimos a trabajar; lema, objetivos, cualidades…ejercicio tras ejercicio que habías de acabar y exponer con tiempos controlados, tuve la sensación de estar en un examen tipo oposición.El método pedagógico me parece del todo innovador. Me explicaré: desde que tengo uso de razón siempre ha habido una persona más importante que yo que me decía lo que debería o no debería hacer. En el curso no existe la figura del “iluminado” que dice cosas muy serias y profundas y todo el mundo asiente con la cabeza. Aquí somos nosotros los que damos y recibimos la clase, somos al mismo tiempo maestro y discípulo, es un flujo constante de experiencias y vivencias, de preguntas y respuestas. Como no estoy acostumbrado a esta forma de funcionar a veces me siento perdido, aunque intuyo que es un buen camino para crecimiento personal. Para mi esta claro que sin esfuerzo no hay recompensa y Ambit te ofrece muchas opciones para esforzarte.El responsable del grupo es como un estimulador de de mentes, un gestor de emociones, capaz de hacernos generar en un corto espacio de tiempo la mayor cantidad de pensamientos y emociones posibles, siendo al mismo tiempo uno más del grupo.Cuando acabo la clase soy consciente del esfuerzo que he realizado, me siento cansado pero a la misma vez como más despierto y me cuesta conciliar el sueño esa noche. En los días sucesivos me siento como “removido”, nuevos pensamientos e ideas están como en suspensión en mi mente que con el paso de los días van como asentándose.También hay deberes para que sigamos pensando en casa, las tarjetitas de colores, la revista, los encuentros, el regalo de la navidad…y lo que quede por venir.A veces también pienso en el equipo humano de Ambit , personas que con recursos muy limitados de tiempo y dinero, son capaces de hacer funcionar y organizar todo lo que Ambit nos ofrece. Es todo un ejemplo de eficiencia y dedicación. JUAN CARLOS SANCHEZ